Eres el gestor de tu propia motivación
Las personas tenemos la capacidad de influir sobre las emociones y estados. Si consideramos la motivación como una de ellas, podemos afirmar que somos capaces de condicionarla y adaptarla a nuestros intereses. Pero adquirir la habilidad de “mover” nuestra motivación y permitirla crecer requiere de entrenamiento. De la misma forma que para tocar un instrumento