Psicólogo Online

Es cómoda y práctica ya que puedes realizarla desde tu casa, tu sofá, tu ordenador, tu móvil, o desde tu trabajo en un descanso, etc. En
un contexto totalmente cómodo y familiar para ti. Dejando a un lado esa intranquilidad ante ir a un sitio desconocido y nuevo, donde no sabes qué
es lo que te vas a encontrar en una primera toma de contacto. Si vas o no tener dificultades para encontrar el lugar, si habrá o no aparcamiento
disponible, el tiempo que vas a tardar, etc.

Se ajusta más a tu disponibilidad, sin que interfiera con tus responsabilidades, tu trabajo, estudio. Te permite así, adaptar las sesiones de terapia con tu agenda o actividades del día a día. -No desplazamientos: esto puede ser realmente útil en personas con dificultades, con movilidad reducida, aquellas que viven en otra ciudad diferente a donde quieren llevar a cabo el tratamiento psicológico, etc.

cada vez está más normalizado la idea de acudir a un profesional de la psicología a que nos ayude a gestionar determinadas
situaciones, sin embargo, este paso o decisión no es fácil y en algunas persona priorizan o valoran que sea algo con un elevado anonimato. Así, aunque la terapia del tipo que sea siempre es confidencial, en el caso de la terapia online tiene la característica de un mayor anonimato, ya que el paciente solo va a contactar y de una forma directa con el terapeuta con el que trabaje, no estará en contacto con la recepcionista del centro, con otros posibles pacientes que estén en la sala de espera, o con otros profesionales del mismo centro, etc.

Como comentaba al inicio las nuevas tecnologías nos brindan la posibilidad de permanecer en continua supervisión con los compromisos adquiridos a practicar durante el tiempo entre sesiones, mediante correos o cualquier otra aplicación. En algunos casos, donde la terapia se ha iniciado de forma presencial, pero ante un cambio de situación del paciente: se ha ido a vivir a otra ciudad, o al extranjero, la terapia puede continuar vía online.

Al igual que las terapias presenciales se van a basar en un conjunto de interacciones entre el paciente y el terapeuta, donde se mantiene la calidad de la misma. Las ventajas de la tecnología actual minimiza cualquier dificultad de: conexión, calidad de sonido, imagen, etc.

Se mantiene la misma confianza y responsabilidad que en la terapia presencial, pero eliminando variables externos que nos pueden violentar sobretodo de forma inicial (lo desconocido, cómo llegar, estar frente a un desconocido en un contexto también extraño, etc). Del mismo modo al hacerlo desde casa puede aportar al paciente una mayor sensación de control y familiaridad y con ello mayor continuidad en el proceso terapéutico.

Esta mayor accesibilidad al profesional con el que queramos llevar a cabo la terapia, bien porque nos lo han recomendado, está lejos, o en otra ciudad, etc. Las nuevas aplicaciones tecnológicas nos permiten esta accesibilidad y asegurar el perfecto desarrollo de una terapia online.

Es un contacto directo con el profesional, rápido a la hora de comunicarnos con él y también rapidez con la que nos pueda contestar él y empezar cuanto antes.

Con todas las facilidades previas evitamos posponer el momento de pedir ayuda a un terapeuta para que nos ayude a afrontar las dificultades que estén apareciendo. Evitando así que dichas dificultades se vayan acumulando y que sea mayor la interferencia que ello suponga en nuestras vidas.