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Psicología de la adolescencia ¿Cómo entenderlos?

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Contenido de este artículo

¿Qué es la adolescencia?

En este artículo hablaremos sobre la psicología de la adolescencia pero, ¿Qué es la adolescencia? La adolescencia es un periodo vital en el que los jóvenes experimentan una serie de cambios físicos, emocionales, sociales y psíquicos.

Se trata de una etapa de experimentación en la que los adolescentes tratan de descubrir quiénes son, pudiendo resultar ser muy complicada y conflictiva tanto para ellos, como para su entorno. Durante la adolescencia, los jóvenes empiezan a pensar de manera más abstracta y a sentirse diferentes, necesitando además que sea evidente para el resto del mundo.

De repente, para un adolescente, lo importante ahora pasa a ser su apariencia física, su grupo de iguales y el cómo encaja él dentro de todo eso. Suceden muchos cambios rápidos y se concentran muchas cosas, lo que convierte a los jóvenes en personas muy vulnerables: viven muchas primeras veces (amores, exámenes complicados, etc.), suman más responsabilidades y exigencias (educativas y domésticas), se multiplican los conflictos (familiares, académicos, con amigos), aumenta su inseguridad e indecisión, buscan aprobación externa, se dejan arrastrar por la presión social…etc.

Estos y otros factores contribuyen a que los chavales experimenten diferentes estados emocionales que los llevan a sentirse como si vivieran en una montaña rusa permanente.

La respuesta de los padres

La respuesta que sale de la boca de muchos padres ante la inestabilidad emocional que viven sus hijos suele ser la de: “no es para tanto”, “no estés así” o “deja de pensar eso”.

Al emplear ese tipo de frases, lo que ocurre es que se estaría invalidando al adolescente y no se le estaría dando el espacio que necesita para poder expresarse. Lo adecuado sería atender, escuchar y validar, hacerle ver que puede comunicarse, que puede hablar y ser escuchado, y para ello, es fundamental no juzgarle, ni opinar o aconsejarle si no te lo pide.

Conviene darle espacio, libertad y respetar su intimidad. No se trata de acosar, sino de preguntar. Tampoco se trata de controlar, sino de aprender a confiar. Es importante que el adolescente sepa que si esa confianza se rompe, perderá libertades. Por eso, también es clave establecer normas.

Pautas para trabajar en la etapa adolescente

Desde la psicología, existen una serie de pautas que se pueden trabajar para un adecuado manejo de la etapa adolescente, entre ellas:

  1. Entender la situación: Se trata de adoptar la perspectiva del joven teniendo en cuenta todas las variables que pueden estar influyendo en su comportamiento.
  2. Pensar en las necesidades que puede tener un adolescente a su edad: Independencia, búsqueda de sensaciones o desarrollo de una identidad, son aspectos característicos de esa edad.
  3. Respetar sus opiniones, gustos o intereses: Es fundamental, por ejemplo, no imponer acerca de qué deben estudiar o qué deporte deben practicar.
  4. Permitir que se equivoquen y experimenten: Cometer errores forma parte de la vida de cualquier persona y resulta una excelente forma de aprendizaje, pues ayuda a analizar la situación y a desarrollar recursos para prevenir futuros errores.
  5. Buena comunicación y escucha activa: No relacionarse con el adolescente desde una posición de superioridad o dominancia, sino crear un espacio de comunicación abierto.
    Evitar sermonear para que sientan que existe una simetría en la comunicación que les permita expresar lo que necesiten.
  6. Fomentar un entorno familiar con manifestaciones de afecto y cariño: Si los adolescentes observan como sus padres hablan de forma abierta y sana de sus emociones y las regulan adecuadamente, servirán como modelos para que ellos también lo hagan.
  7. Ayudar a construir una autoestima sólida: Es muy importante no bromear acerca de sus cambios de humor o cambios físicos. Hemos visto que los adolescentes viven una etapa de muchos cambios a nivel general, y es fundamental que los padres contribuyan a que ellos los integren y acepten de forma adecuada. Conviene también ayudarles a descubrir sus puntos fuertes para ayudarles a ganar autoconfianza.
  8. Establecer límites y normas claras y razonables. Evitar frases como: “lo haces y punto” o “porque lo digo yo”. Es bueno argumentar y razonar con ellos las decisiones que tomamos, ayudándolos a entender el para qué se hacen las cosas.
  9. Consistencia entre los padres en las pautas educativas establecidas con sus hijos: Es importante que entre el padre y la madre exista coherencia, es decir, que ambos estén de acuerdo con las normas y que las apliquen al unísono. Así mismo, también tiene que darse una estabilidad en esas pautas, es decir, que los padres no incurran en contradicciones y unas veces pongan el límite, y otras no.
  10. Fomentar la autonomía y la independencia del adolescente para su desarrollo como individuos: Inculcar la responsabilidad asignándoles, por ejemplo, tareas domésticas para que participen en la organización familiar.

Preguntas frecuentes sobre la psicología de la adolescencia

¿Cómo trata un psicólogo a un adolescente?

Para abordar las necesidades de un adolescente desde la psicología, es esencial adoptar un enfoque colaborativo que involucre tanto al joven como a su entorno. Al trabajar juntos, podemos crear un espacio seguro y de confianza, donde el adolescente se sienta cómodo para expresarse. Este enfoque de «nosotros» permite:

Establecer una Relación de Confianza: Es crucial que desarrollemos un entorno terapéutico seguro y confidencial, promoviendo un diálogo abierto y honesto. Al mostrar empatía y validar sus experiencias, reforzamos nuestra conexión y facilitamos un proceso terapéutico más efectivo.

Comunicación Efectiva: La escucha activa es fundamental. Mostrándonos abiertos y receptivos a lo que el adolescente tiene para decir, podemos comprender mejor sus necesidades y preocupaciones. Esto nos permite trabajar juntos en la identificación de objetivos terapéuticos que sean significativos para él.

Enfoque Integrador: Dado que cada adolescente es único, es importante que adaptemos nuestras estrategias y técnicas terapéuticas a sus necesidades individuales. Esto puede incluir una combinación de terapia cognitivo-conductual, terapias de tercera generación como la terapia de aceptación y compromiso, o la terapia familiar, dependiendo de lo que mejor se ajuste a su situación.

Involucramiento de la Familia: La familia juega un papel crucial en el bienestar del adolescente. Por ello, trabajar en conjunto con la familia para mejorar la comunicación y resolver conflictos puede ser muy beneficioso. Esto nos ayuda a crear un entorno de apoyo que fomente el crecimiento y el desarrollo positivo del adolescente.

Desarrollo de Habilidades: Juntos, podemos enfocarnos en desarrollar habilidades de afrontamiento, resolución de problemas y regulación emocional. Estas habilidades son esenciales para que el adolescente maneje efectivamente los desafíos actuales y futuros.

Promoción de la Autonomía: Nuestro objetivo es también fomentar la autonomía del adolescente, ayudándole a tomar decisiones informadas y responsables. Esto incluye trabajar en su autoestima y en la construcción de una identidad sólida.

Apoyo Continuo: Reconocemos la importancia de ofrecer un apoyo constante, adaptando nuestras intervenciones a medida que el adolescente crece y sus necesidades cambian. Estamos comprometidos a ser un recurso constante para él y su familia.

Al trabajar juntos en este proceso, podemos proporcionar el apoyo y las herramientas que el adolescente necesita para navegar por los desafíos de esta etapa vital, promoviendo su bienestar emocional y su desarrollo personal.

¿Cómo saber si un adolescente necesita ayuda psicológica?

Reconocer si un adolescente necesita ayuda psicológica es crucial para su bienestar. Hay una serie de señales y comportamientos que podemos observar, que indican que podría ser beneficioso buscar el apoyo de un profesional. Juntos, podemos estar atentos a las siguientes señales:

Cambios en el Comportamiento: Si notamos cambios significativos o inusuales en el comportamiento del adolescente, como aislamiento social, agresividad, o una disminución en el interés por actividades previamente disfrutadas, podría ser una señal de que necesita apoyo.

Problemas Académicos: Una caída repentina en el rendimiento escolar o la pérdida de interés en la escuela pueden indicar problemas emocionales o psicológicos.

Cambios en el Apetito o el Sueño: Alteraciones significativas en los patrones de sueño o en el apetito, ya sea comiendo mucho más o mucho menos de lo habitual, pueden ser señales de alerta.

Expresiones de Desesperanza o Desesperación: Si el adolescente expresa sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, o hace comentarios sobre la autolesión o el suicidio, es crucial buscar ayuda de inmediato.

Retiro de Amigos y Actividades Sociales: Un retiro notable de amigos y actividades sociales puede ser una señal de depresión o ansiedad.

Uso de Sustancias: El uso de drogas o alcohol puede ser un intento de automedicarse para lidiar con problemas emocionales o psicológicos.

Cambios en el Estado de Ánimo: La irritabilidad excesiva, los cambios de humor bruscos o una tristeza profunda que no parece desaparecer son señales de que algo más profundo podría estar sucediendo.

Ansiedad o Preocupaciones Excesivas: Si el adolescente muestra niveles elevados de ansiedad o preocupación que afectan su vida diaria, puede ser un indicio de que necesita apoyo.

Dificultades con la Imagen Corporal: Obsesiones con el peso, la comida o la imagen corporal pueden ser signos de trastornos alimentarios o problemas de autoestima.

Síntomas Físicos: A veces, el estrés emocional o psicológico se manifiesta a través de síntomas físicos, como dolores de cabeza frecuentes, dolores estomacales u otros malestares físicos sin una causa médica aparente.

Si observamos alguno de estos signos, es importante abordar nuestras preocupaciones de manera abierta y sin juicios, ofreciendo nuestro apoyo y considerando la búsqueda de ayuda profesional. Un psicólogo o terapeuta especializado en adolescentes puede evaluar la situación de manera más completa y proporcionar el apoyo necesario para navegar por estos desafíos. Juntos, podemos hacer una gran diferencia en el bienestar del adolescente.

¿Qué temas de la psicología se abordan para los adolescentes?

En la psicología adolescente se abordan una amplia gama de temas, reflejando las diversas necesidades y desafíos que pueden enfrentar los jóvenes durante esta etapa de transición y crecimiento. Al trabajar juntos, podemos abordar eficazmente los siguientes temas para apoyar su desarrollo y bienestar:

Salud Mental
Depresión y Ansiedad: Ayudamos a los adolescentes a entender y manejar los sentimientos de tristeza, ansiedad y estrés, promoviendo estrategias de afrontamiento saludables.
Autoestima y Autoimagen: Trabajamos para fortalecer la autoestima y la percepción que tienen de sí mismos, abordando problemas de imagen corporal y confianza.
Manejo de la Ira: Desarrollamos habilidades para la gestión de la ira y la expresión saludable de las emociones.

Relaciones y Socialización
Habilidades Sociales: Fomentamos el desarrollo de habilidades sociales para mejorar la interacción con sus pares y adultos.
Bullying y Acoso Escolar: Proporcionamos apoyo y estrategias para enfrentar situaciones de bullying, tanto para víctimas como para espectadores.
Relaciones Familiares: Trabajamos en mejorar la comunicación y resolver conflictos dentro del entorno familiar.

Desarrollo Personal y Educación
Orientación Vocacional: Ayudamos a los adolescentes a explorar sus intereses y potencialidades de cara a su futuro académico y profesional.
Gestión del Tiempo y Organización: Desarrollamos habilidades para la gestión del tiempo y la organización, esenciales para el éxito académico y personal.
Toma de Decisiones y Resolución de Problemas: Fomentamos la capacidad para tomar decisiones informadas y resolver problemas de manera efectiva.

Conductas de Riesgo
Prevención de Adicciones: Abordamos temas relacionados con el consumo de sustancias y otras adicciones, promoviendo la prevención y el manejo de riesgos.
Sexualidad y Salud Sexual: Proporcionamos información y apoyo en temas de sexualidad, relaciones saludables y prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Autolesiones y Pensamientos Suicidas: Ofrecemos un espacio seguro para hablar sobre pensamientos y comportamientos de autolesión, buscando alternativas saludables y apoyo adecuado.

Otros Temas Específicos
Trastornos Alimentarios: Abordamos problemas relacionados con la alimentación, como la anorexia y la bulimia, ofreciendo apoyo y estrategias de recuperación.
Estrés y Gestión del Estrés: Enseñamos técnicas de manejo del estrés para ayudar a los adolescentes a lidiar con las presiones cotidianas de manera saludable.
Identidad y Orientación Sexual: Proporcionamos un espacio de apoyo para explorar cuestiones de identidad y orientación sexual, promoviendo la autoaceptación y el respeto.

Cada adolescente es único, y el enfoque terapéutico debe ser personalizado para abordar sus necesidades específicas. Al trabajar juntos, podemos ofrecer el apoyo, las herramientas y la orientación que los adolescentes necesitan para navegar por estos temas complejos y promover su bienestar y desarrollo.

¿Cuáles son los trastornos mentales más comunes en la adolescencia?

Durante la adolescencia, los jóvenes atraviesan una serie de cambios físicos, emocionales y sociales significativos. Esta etapa de la vida puede aumentar la vulnerabilidad a ciertos trastornos mentales. Algunos de los trastornos mentales más comunes en la adolescencia incluyen:

  1. Trastornos de Ansiedad
    Los trastornos de ansiedad son muy comunes en adolescentes, e incluyen trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, fobias específicas y trastorno de ansiedad social. Estos trastornos se caracterizan por una preocupación y tensión excesivas que son difíciles de controlar y afectan significativamente las actividades diarias.
  2. Trastornos Depresivos
    La depresión puede manifestarse en adolescentes como tristeza persistente, pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas, cambios en el apetito o el sueño, fatiga, sentimientos de inutilidad o culpa, y pensamientos suicidas.
  3. Trastornos de la Conducta Alimentaria
    Los trastornos de la conducta alimentaria, incluyendo la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, son frecuentes en la adolescencia. Estos trastornos implican preocupaciones severas sobre el peso y la comida que llevan a comportamientos alimentarios dañinos.
  4. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
    Aunque el TDAH suele diagnosticarse en la infancia, sus síntomas pueden continuar y afectar significativamente a los adolescentes. Se caracteriza por dificultades para mantener la atención, hiperactividad e impulsividad.
  5. Trastornos de la Conducta
    Estos trastornos se caracterizan por comportamientos repetitivos y persistentes que violan los derechos de los demás o las normas y reglas sociales apropiadas para la edad del adolescente, como la agresividad hacia las personas o animales, la destrucción de propiedades, el hurto o las violaciones graves de reglas.
  6. Trastornos del Estado de Ánimo
    Además de la depresión mayor, otros trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar, pueden comenzar a manifestarse durante la adolescencia. Estos trastornos implican cambios significativos en el estado de ánimo y el comportamiento, que van desde episodios depresivos hasta episodios de manía o hipomanía.
  7. Trastornos de Uso de Sustancias
    La adolescencia es un período en el que algunos jóvenes experimentan con drogas y alcohol, lo que puede llevar al desarrollo de trastornos de uso de sustancias. Estos trastornos se caracterizan por el uso continuado de sustancias a pesar de los problemas significativos relacionados.
  8. Trastornos de Ansiedad por Separación
    Aunque más común en niños, el trastorno de ansiedad por separación también puede afectar a adolescentes. Se caracteriza por una ansiedad excesiva respecto a la separación de aquellos a quienes el adolescente está fuertemente vinculado.

Es importante recordar que el tratamiento temprano puede mejorar significativamente los resultados para los adolescentes que enfrentan estos desafíos. Si se sospecha de algún trastorno mental, es crucial buscar la evaluación y el apoyo de un profesional de la salud mental. Juntos, podemos proporcionar el entorno y el apoyo necesarios para ayudar a los adolescentes a navegar por estos desafíos y promover su bienestar.

A modo de conclusión, conviene que los padres tengan presente que la adolescencia es una etapa de aprendizaje, de tropiezos, de intentar volar, de buscar el propio camino, etc.
Y para todo ello, será clave su papel como guía y como brújula. No existen los padres perfectos ni las respuestas perfectas, no hay que saberlo todo.

Se trata de tener empatía, de ponernos en el lugar del adolescente e intentar comprender lo que siente. Desde esa mirada, resultará más fácil poner en marcha conductas adecuadas para manejar cualquier conflicto que pueda surgir.

Si quieres más información o estás buscando un psicólogo en Valladolid o terapia online puedes ponerte en contacto con nosotros.

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