Llega el sprint final y con él, los últimos exámenes del curso. Una época en la que los nervios, ansiedad, el sueño no reparador o la fatiga se adueñan de los estudiantes.
4 hábitos saludables para afrontar los exámenes finales:
- Alimentarse bien: Es muy importante que nuestro organismo se encuentre bien nutrido y tenga el aporte necesario de vitaminas, azúcares… Si tu organismo está bien alimentado, tu cerebro funcionará mejor.
- Sueño: Resulta fundamental no saltarse horas de sueño. El objetivo es dormir entre 7 y 8 horas. Durante el sueño el cerebro reduce su actividad y con ello descansa; lo que resulta necesario para el rendimiento óptimo durante la jornada de estudio.
- Ocio: Aunque la cantidad de exámenes sea alta y la materia de estudio abundante, es importante no dedicar todas las horas del día a estudiar.
Hay que procurar sacar algunas horas semanales para actividades de ocio. De esta forma, ver una película, salir a tomar algo o hacer deporte son actividades que contribuyen a un mejor rendimiento en los exámenes, pues suponen un descanso y liberación para la actividad cerebral, junto con la liberación de hormonas que propician la motivación y mantener un estado emocional más positivo. - Establecer un planning de estudio previo que incluya horas de estudio y periodos de descanso, para poder así cambiar de foco atencional, estirar piernas y descansar la vista.
Preguntas frecuentes sobre exámenes finales
¿Qué son los examenes finales?
En España, los exámenes finales son pruebas académicas que se realizan al final de un curso o ciclo educativo para evaluar el conocimiento acumulado por los estudiantes en diversas asignaturas durante el período escolar. Estos exámenes son comunes en varios niveles del sistema educativo, incluyendo la educación primaria, secundaria, y la educación superior. Aquí te detallo algunos aspectos clave sobre los exámenes finales en España:
Educación Primaria y Secundaria
- Primaria: Los exámenes finales no son comúnmente rigurosos o decisivos para la progresión académica, pero sirven para evaluar los conocimientos adquiridos.
- Secundaria (ESO y Bachillerato): Los exámenes finales en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y en el Bachillerato son más estructurados y suelen tener un impacto significativo en las calificaciones finales de los estudiantes. En el caso del Bachillerato, son especialmente importantes porque preparan a los estudiantes para la etapa universitaria y pueden influir en su acceso a la educación superior.
Pruebas de Acceso a la Universidad (EBAU)
- Anteriormente conocida como Selectividad, la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) es un conjunto de exámenes finales que realizan los estudiantes al terminar el Bachillerato. Estas pruebas son cruciales porque determinan la capacidad del estudiante para ingresar a la universidad y estudiar el grado de su elección. La EBAU evalúa tanto el rendimiento en materias troncales como en materias específicas escogidas por el estudiante, según sus intereses y la carrera universitaria que desea seguir.
Educación Superior
- En la universidad, los exámenes finales son comunes al final de cada semestre o curso y son decisivos para la obtención de créditos en las asignaturas cursadas. Estos exámenes pueden variar en formato, incluyendo pruebas escritas, orales, trabajos de curso, proyectos o combinaciones de estos.
Importancia de los Exámenes Finales
- Los exámenes finales son fundamentales para evaluar la comprensión y el dominio de los estudiantes sobre los temas estudiados. También son un componente clave en la determinación de las calificaciones finales y pueden influir significativamente en el avance académico y profesional del estudiante.
Preparación
- Los estudiantes suelen dedicar un período significativo al estudio y preparación para estos exámenes, lo cual puede incluir la revisión de materiales de curso, realización de exámenes de práctica y participación en sesiones de estudio en grupo.
Los exámenes finales en España, como en muchos otros sistemas educativos, son vistos como una parte esencial del proceso de aprendizaje y evaluación, asegurando que los estudiantes hayan alcanzado los objetivos de aprendizaje necesarios para avanzar o completar su educación.

¿Cómo prepararse para los exámanes finales?
Prepararse para los exámenes finales requiere planificación, disciplina y técnicas de estudio efectivas. Aquí te ofrezco una guía paso a paso para ayudarte a prepararte de manera eficiente para tus exámenes finales:
Planifica con Anticipación
- Elabora un calendario de estudio: Comienza por revisar las fechas de tus exámenes y distribuye tu tiempo de estudio de manera que puedas cubrir todos los temas necesarios antes de cada examen. Es importante incluir descansos regulares para evitar el agotamiento.
Organiza tus Materiales de Estudio
- Reúne tus apuntes y materiales de referencia: Asegúrate de tener todos los apuntes de clase, libros, artículos, y cualquier otro material de estudio necesario. Organiza estos recursos de manera que puedas acceder a ellos fácilmente durante tu estudio.
Identifica las Áreas Clave de Enfoque
- Revisa los temarios y guías de estudio: Identifica los temas más importantes o aquellos en los que sientes que necesitas más práctica. Prioriza estas áreas en tu plan de estudio.
Utiliza Técnicas de Estudio Efectivas
- Elaboración de resúmenes y esquemas: Condensa la información en puntos clave que sean fáciles de recordar.
- Tarjetas de estudio (flashcards): Son útiles para memorizar fechas, términos y definiciones.
- Estudio en grupo: Discutir y explicar conceptos a otros puede mejorar la comprensión y retención.
- Pruebas de práctica: Realiza exámenes de años anteriores o tests de práctica para familiarizarte con el formato y temporización del examen.
Mantén una Rutina Saludable
- Duerme bien: Asegúrate de dormir al menos 7-8 horas cada noche para mantener tu mente clara.
- Alimentación balanceada: Come alimentos nutritivos que ayuden a mantener tu energía y concentración.
- Ejercicio regular: La actividad física puede aumentar tu energía y reducir el estrés.
Administra tu Tiempo Durante el Examen
- Lee cuidadosamente las instrucciones: Asegúrate de entender qué se espera antes de comenzar a responder.
- Administra tu tiempo: Divide el tiempo disponible entre las preguntas para asegurarte de que puedes responder todo en el tiempo asignado.
- Revisa tus respuestas: Si el tiempo lo permite, revisa tus respuestas antes de entregar el examen.
Mantén la Calma y la Confianza
- Técnicas de relajación: Practica técnicas de respiración profunda o meditación para manejar el estrés y la ansiedad.
- Mantente positivo: La confianza en tu preparación te ayudará a mantener la calma durante el examen.
Revisión Final
- La noche antes del examen, haz una revisión ligera, pero evita estudiar hasta tarde. Es más beneficioso asegurarte de estar descansado y mentalmente alerta.
Prepararse de manera eficaz para los exámenes finales no solo te ayudará a mejorar tus resultados, sino que también puede disminuir la ansiedad asociada con estos, permitiéndote rendir al máximo de tus capacidades.
¿Cómo enfrentar los examanes?
Enfrentar los exámenes puede ser estresante, pero desde un enfoque psicológico, hay varias estrategias que pueden ayudarte a manejar mejor este estrés y mejorar tu rendimiento. Aquí tienes algunos consejos basados en principios psicológicos:
Preparación Efectiva
- Organización: Empieza tu preparación con antelación y organiza tu material de estudio. Establecer un horario y seguirlo puede reducir la ansiedad al hacer que la tarea parezca más manejable.
- Técnicas de estudio: Utiliza técnicas basadas en evidencia como la práctica distribuida (estudiar a lo largo del tiempo en lugar de todo a última hora) y la práctica de recuperación (practicar activamente recordar la información).
Gestión del Estrés
- Técnicas de relajación: Aprende y practica técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga para ayudar a manejar el estrés antes y durante los exámenes.
- Actividad física: El ejercicio regular puede reducir significativamente los niveles de estrés y mejorar tanto el estado de ánimo como la función cognitiva.
Mentalidad Positiva
- Visualización positiva: Imagina el proceso de tomar el examen y hacerlo bien. La visualización puede aumentar la confianza y reducir la ansiedad.
- Autoafirmaciones: Practica la autoafirmación positiva. Recordarte a ti mismo tus habilidades y éxitos pasados puede aumentar tu confianza.
Técnicas Cognitivo-Conductuales
- Reestructuración cognitiva: Desafía y cambia los pensamientos negativos o irracionales sobre los exámenes (por ejemplo, cambiar «si fallo en este examen, todo está perdido» por «hacerlo mal en un examen no define mi valor ni mi inteligencia»).
- Desensibilización sistemática: Si el miedo a los exámenes es abrumador, la desensibilización sistemática, que implica exponerse gradualmente a la ansiedad asociada con los exámenes y aprender a relajarse durante el proceso, puede ser útil.
Hábitos Saludables
- Sueño: Asegúrate de dormir bien, especialmente antes de los días de examen. El sueño afecta directamente cómo tu cerebro asimila y recupera información.
- Nutrición: Mantén una dieta equilibrada con alimentos que favorezcan la función cerebral, como pescado, nueces, semillas, frutas y verduras.
Preparación del Día del Examen
- Llega temprano: Dale tiempo a tu mente para ajustarse al entorno de examen.
- Estrategia durante el examen: Lee todas las preguntas cuidadosamente antes de comenzar y planifica cómo usarás el tiempo asignado.
Evaluación y Reflexión
- Reflexión post-examen: Después de cada examen, tómate un tiempo para evaluar y reflexionar sobre tu desempeño. Piensa en lo que funcionó bien y en lo que podrías mejorar para la próxima vez.
Estas estrategias no solo te ayudarán a manejar mejor el estrés y la ansiedad durante los exámenes, sino que también te capacitarán para enfrentar desafíos futuros de manera más efectiva, aplicando habilidades de afrontamiento y optimizando tu rendimiento académico.

¿Por qué me dan ganas de llorar cuando estudio?
Sentir ganas de llorar mientras estudias puede ser resultado de varios factores emocionales y psicológicos. Aquí te explico algunas posibles razones y cómo puedes abordarlas:
- Estrés y Ansiedad
Estudiar para exámenes o manejar una gran carga académica puede ser muy estresante. La ansiedad y el estrés pueden acumularse hasta llegar a un punto en que la respuesta emocional, como llorar, es una manera de liberar esa tensión.
Qué hacer: Prueba técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o ejercicios físicos. Además, asegúrate de gestionar tu carga de trabajo de manera efectiva, estableciendo horarios de estudio realistas y tomando descansos regulares.
- Presión y Expectativas
Las expectativas propias o las impuestas por otros (familia, profesores) pueden crear una presión intensa. Si sientes que no estás a la altura de estas expectativas, puede provocar una respuesta emocional.
Qué hacer: Habla sobre tus sentimientos con alguien de confianza y trata de establecer expectativas más realistas para ti mismo. Recuerda que todos tienen un ritmo diferente de aprendizaje y éxito.
- Fatiga
El agotamiento físico y mental puede hacer que seas más susceptible a las emociones intensas. Si estás estudiando demasiado y no descansas lo suficiente, es más probable que te sientas abrumado emocionalmente.
Qué hacer: Asegúrate de tener un buen equilibrio entre el estudio y el descanso. Dormir lo suficiente cada noche es crucial para tu bienestar emocional y tu rendimiento académico.
- Frustración
La frustración puede surgir si encuentras el material demasiado difícil o si no entiendes algo después de varios intentos. Esta frustración puede acumularse y expresarse a través del llanto.
Qué hacer: Considera buscar ayuda adicional, como tutores, profesores, o recursos de aprendizaje en línea. A veces, una explicación diferente puede hacer toda la diferencia.
- Problemas Subyacentes
A veces, el estudio puede actuar como un catalizador para liberar emociones reprimidas relacionadas con otros aspectos de tu vida. Si estás lidiando con problemas personales, emocionales o de salud mental, estos pueden surgir cuando estás estresado por los estudios.
Qué hacer: Si crees que este podría ser el caso, podría ser útil hablar con un consejero o terapeuta. El apoyo profesional puede ayudarte a manejar tus emociones de manera más efectiva y proporcionarte estrategias para lidiar con ellas.
- Sensibilidad a la Sobrecarga Sensorial
En algunos casos, el ambiente de estudio puede contribuir al estrés emocional. Demasiado ruido, desorden o distracciones visuales pueden hacer que te sientas abrumado sin darte cuenta.
Qué hacer: Intenta estudiar en un entorno tranquilo y organizado. Reduce las distracciones y crea un espacio de estudio que sea cómodo y propicio para el aprendizaje.
Reconocer que sentirse abrumado a veces es parte del proceso de aprendizaje es importante. No obstante, si encuentras que estas emociones son frecuentes o impiden tu capacidad para funcionar y estudiar efectivamente, buscar ayuda adicional puede ser una opción beneficiosa.
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