En momentos muy estresantes, complicados o de alta carga emocional podemos sentir nerviosismo. Hay que tener en cuenta que cierta activación no es mala, de hecho, nos permite estar preparados para la acción. Pero ¿Qué es la ansiedad: opresión en el pecho, sudoración, sensación de ahogo, ¿miedo a dormir…? Puedes estar sufriendo un ataque de pánico. Y cuando la ansiedad se convierte en un trastorno, nos perjudica a muchos niveles.
Trastornos por la ansiedad
Según los manuales diagnósticos, los trastornos comunes en el capítulo de “trastornos de ansiedad” del DSM-5 y el capítulo de “trastornos neuróticos, secundarios a situaciones estresantes y somato formes” de la CIE-10 (en enero del 2022 entra en vigor la versión 11) son:
- Agorafobia: miedo a las situaciones en las que sentimos que no vamos a recibir ayuda si tenemos un ataque de pánico.
- Trastornos de ansiedad social: miedo a las circunstancias en las que tenemos que interactuar con otras personas
- Fobia específica: miedos excesivos a un aspecto en concreto, por ejemplo, fobia a volar, o fobia a las alturas
- Trastorno de pánico: conjunto de síntomas que se produce repentinamente por un miedo intenso
- Trastorno de ansiedad generalizada: preocupaciones excesivas y recurrentes por multitud de temas cotidianos.
Por su parte, el DSM-5 incluye, además:
- Trastorno de ansiedad por separación: miedo a estar alejado de los padres y que pueda ocurrirles algo malo.
- Mutismo selectivo: incapacidad de hablar en determinadas situaciones o con determinadas personas
Y la CIE-10 añade:
- Otros trastornos de ansiedad fóbica
- Trastorno de ansiedad fóbica sin especificar
- Trastorno mixto ansioso-depresivo
- Otro trastorno mixto de ansiedad
- Otros trastornos de ansiedad especificada
- Otros trastornos de ansiedad no especificada
- Trastorno obsesivo-compulsivo
- Reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación
- Trastornos disociativos
- Trastornos somatomorfos
- Otros trastornos neuróticos.
Tratamiento de la ansiedad
Desde la psicología cognitivo- conductual, algunos de los tratamientos empleados en los trastornos de ansiedad son:
- Técnicas de relajación y respiración: Es importante ser constante para que el cuerpo aprenda a bajar los niveles de activación
- Exposición en vivo o en imaginación: En el caso de las fobias, una de las técnicas más efectivas es la exposición al objeto o situación que causa nuestro malestar
- Reestructuración cognitiva: La ansiedad nos produce pensamientos rumiativos que se pueden trabajar a través de esta técnica.
Por lo tanto, si tienes preocupaciones excesivas, síntomas compatibles con la ansiedad que te resulten difíciles de manejar, si tu situación actual está afectando a tu vida personal y laboral, si tienes pensamientos negativos obsesivos o rumiativos… deberías acudir a un profesional.
Los síntomas de la ansiedad
Entre los signos y síntomas de ansiedad más comunes, destacan los siguientes:
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Respiración acelerada.
- Sudoración
- Temblores
- Sensación de debilidad o cansancio
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Padecer problemas gastrointestinales.
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones.
- Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.
¿Qué causa la ansiedad?
En relación con las causas, no está de todo claro cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad. Ciertas experiencias de vida, como acontecimientos traumáticos, parecen provocar un trastorno de este tipo en personas que ya son propensas a ello. Además, los rasgos heredados también pueden ser un factor que contribuya al desarrollo del trastorno. Entre los problemas médicos problemas médicos que pueden estar relacionados, se podrían destacar:
- Enfermedad cardíaca.
- Diabetes.
- Problemas de tiroides.
- Trastornos respiratorios, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma.
- Uso inadecuado de sustancias o abstinencia.
- Abstinencia del alcohol, de medicamentos contra la ansiedad (benzodiazepinas) o de otros medicamentos.
- Dolor crónico o síndrome de intestino irritable
En cuanto a los factores de riesgo de padecer este trastorno, tenemos:
- Trauma. Los niños que soportaron o presenciaron eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
- Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones como el tratamiento y el futuro.
- Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en el trabajo o preocupaciones continuas por la situación económica.
- Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de este tipo.
- Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen el trastorno.
- Tener familiares que padecen un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
- Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.
Tratamientos para la ansiedad
Con relación al tratamiento para los trastornos de ansiedad, tenemos como opción principal la psicoterapia, además de la farmacología, para aquellos casos que así lo requieran. La terapia cognitiva conductual (TCC) es la alternativa terapéutica más eficaz. La TCC se enfoca en enseñarle al paciente técnicas específicas para mejorar sus síntomas y poder gradualmente volver a las actividades que antes evitaba como consecuencia de su problemática.
Preguntas frecuentes sobre qué es la ansiedad
¿Cuál es la principal causa de la ansiedad?
La ansiedad es un fenómeno complejo y multifactorial, lo que significa que no suele haber una única causa identificable. En cambio, la ansiedad generalmente resulta de la combinación de varios factores biológicos, psicológicos y ambientales. Aquí describo algunos de los factores más significativos que pueden contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad:
- Factores genéticos: La predisposición genética puede jugar un papel importante. Si tienes familiares cercanos que sufren de trastornos de ansiedad, puedes tener un riesgo más alto de desarrollarlos.
- Bioquímica cerebral: Los desequilibrios en los neurotransmisores, sustancias químicas en el cerebro que regulan el estado de ánimo y el comportamiento, pueden contribuir a la ansiedad.
- Factores de estrés y ambientales: Eventos de vida estresantes, como problemas laborales, dificultades financieras, o la pérdida de un ser querido, pueden desencadenar o agravar la ansiedad.
- Desarrollo y personalidad: La historia de vida de una persona, incluyendo experiencias de la infancia, educación y eventos traumáticos, puede influir en su susceptibilidad a la ansiedad. Los rasgos de personalidad, como el perfeccionismo o la tendencia a evitar el riesgo, también pueden ser factores.
- Condiciones médicas: Algunas condiciones médicas pueden provocar o empeorar la ansiedad, incluyendo enfermedades del tiroides, problemas cardíacos y diabetes.
- Substancias y medicamentos: El consumo de cafeína, el abuso de sustancias, y ciertos medicamentos pueden provocar o exacerbar los síntomas de ansiedad.
- Cambios vitales importantes o acumulación de pequeños cambios: Tanto los grandes cambios de vida, como casarse, tener un hijo, cambiar de trabajo o mudarse, como la acumulación de pequeños cambios o estrés diario, pueden desencadenar la ansiedad.
Es crucial entender que la ansiedad es una reacción natural del cuerpo que se convierte en un problema cuando es excesiva y persistente, interfiriendo con la capacidad de una persona para funcionar en su vida diaria. Si alguien sospecha que tiene un trastorno de ansiedad, es importante buscar la ayuda de un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y explorar las opciones de tratamiento.
¿Qué hacer para calma la ansiedad?
Para manejar y calmar la ansiedad, se pueden adoptar diversas estrategias que abarcan desde técnicas de relajación hasta cambios en el estilo de vida. Aquí te presento algunas maneras efectivas de aliviar la ansiedad:
- Respiración profunda: Practicar ejercicios de respiración profunda puede ayudar a reducir la respuesta de ansiedad del cuerpo, alentando la relajación.
- Meditación y mindfulness: La meditación y las prácticas de mindfulness pueden mejorar tu capacidad para centrarte en el presente, reduciendo los pensamientos ansiosos.
- Ejercicio físico: La actividad física regular puede disminuir significativamente los niveles de ansiedad, al liberar endorfinas y mejorar tu estado de ánimo.
- Sueño adecuado: Mantener un horario regular de sueño y asegurar una cantidad suficiente de sueño puede reducir la ansiedad.
- Alimentación equilibrada: Una dieta balanceada, evitando el exceso de cafeína y azúcar, puede ayudar a mantener los niveles de ansiedad bajo control.
- Evitar el alcohol y las drogas: Estas sustancias pueden aumentar la ansiedad y empeorar los trastornos de ansiedad a largo plazo.
- Técnicas de relajación: Prácticas como el yoga, tai chi o la relajación muscular progresiva pueden ayudar a calmar la mente y el cuerpo.
- Conexión social: Hablar con amigos o seres queridos puede proporcionar apoyo y disminuir la ansiedad.
- Tiempo para hobbies: Dedicar tiempo a actividades que disfrutes puede ser una excelente manera de desviar tu mente de las preocupaciones.
- Terapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) y otras formas de asesoramiento pueden ser muy efectivas para tratar la ansiedad. Un terapeuta puede enseñarte estrategias para manejar la ansiedad y cambiar patrones de pensamiento negativos.
- Gestión del tiempo: Organizar tu tiempo y tareas puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad relacionados con la sensación de estar abrumado.
- Aprender a aceptar la incertidumbre: Trabajar en aceptar que no puedes controlar todo en tu vida puede disminuir la ansiedad relacionada con la necesidad de control.
Es importante recordar que lo que funciona varía de persona a persona, por lo que puede ser necesario experimentar con diferentes estrategias para descubrir cuáles son las más efectivas para ti. Si la ansiedad es intensa o persistente, es fundamental buscar la orientación de un profesional de la salud.
¿Cuánto tiempo puede durar la ansiedad en una persona?
La duración de la ansiedad puede variar significativamente de una persona a otra y depende de múltiples factores, como la causa subyacente, la presencia de desencadenantes, la resiliencia individual, y si la persona recibe o no tratamiento.
- Ansiedad situacional o transitoria: Este tipo de ansiedad es temporal y está directamente relacionada con un evento o situación específica. Por lo general, disminuye una vez que la situación estresante se resuelve o el individuo se adapta a ella. Puede durar desde minutos hasta varios días o, en algunos casos, semanas.
- Trastornos de ansiedad crónicos: En el caso de los trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, o las fobias, la ansiedad puede ser un problema a largo plazo. Sin tratamiento, estos trastornos pueden ser crónicos y persistir durante meses o incluso años.
- Ansiedad debido a una condición médica: Si la ansiedad es un síntoma de una condición médica subyacente, su duración estará vinculada al tratamiento y manejo de dicha condición.
- Respuesta al tratamiento: La efectividad y el tipo de tratamiento también influirán en cuánto tiempo persiste la ansiedad. Algunas personas responden bien a la terapia psicológica, la medicación, o una combinación de ambas, y pueden experimentar una reducción significativa de sus síntomas en cuestión de semanas o meses. Otras pueden necesitar más tiempo para encontrar la estrategia de tratamiento adecuada.
Es crucial recordar que la ansiedad es un trastorno altamente tratable. Con el apoyo adecuado y las estrategias de manejo, muchas personas pueden aprender a controlar sus síntomas de ansiedad de manera efectiva. Si alguien experimenta ansiedad persistente o severa, es importante buscar ayuda profesional para evaluar la causa y recibir el tratamiento adecuado.
